La tarde, plomiza y pesada, prometía lluvia. A esta altura de enero parecía raro que la temporada de aguaceros no hubiera brindado la función de estreno. Y vaya si la primera tormenta del año se hizo sentir: cerca de 40 milímetros de agua cayeron en menos de dos horas. Se multiplicaron los anegamientos, principalmente en los barrios del sur. Desde la Jujuy al 4.000 en adelante ingresaron hasta 30 centímetros de agua a las casas, lo que obligó a la intervención de Defensa Civil y de Bomberos.
Parecía que la tormenta había pasado, pero fue apenas el entretiempo de un partido que siguió una vez que cayó la noche. Otros 20 mm de lluvia se acumularon en menos de una hora.
“Hasta el momento no ha sido nada grave, más allá de algunos daños materiales por el agua que ingresó a las casas. Dentro de todo ha sido una tormenta tranquila, en el sentido de que no estuvo acompañada de ráfagas de viento, que es lo que suele ocasionar más problemas”, informó Ramón Imbert, subdirector de Defensa Civil de Tucumán.
Leónidas Minetti, del Laboratorio Climatológico Sudamericano, dio los datos precisos de las precipitaciones, según las mediciones que hizo en la capital: entre las 21 del martes y las 9 de ayer habían caído 13 mm de lluvia; con la tormenta de la siesta -entre las 16.30 y las 18 se sumaron casi 32 mm y luego 19,4 más. Como es habitual, el problema se suscita con las grandes precipitaciones en lapsos cortos, lo que impide el escurrimiento del agua y se producen anegamientos.
Según el climatólogo, el frente de tormentas se encontraba en el sur de Bolivia y en el noreste argentino. El pronóstico indica que hoy y mañana serán días de baja temperatura, la que subirá hacia el sábado y el domingo, aunque persistirán las condiciones de inestabilidad.